viernes, 5 de junio de 2009

Desnudez y demonios.


Bueno; supongo que no es fácil para nadie conocer los demonios propios.

Es más cómodo vagar a través de mis distracciones, referencias, discursos, justificaciones, y un sin número de pensamientos entrelazados , conformando una confortable nube inconsciente de aparente identidad.

Siempre será más cómodo que mirarme, en el espejo del silencio; tal como soy, desnudo, sin máscara alguna, a corazón abierto... a tumba abierta...

Pocos reconocerán de buen grado, sus calidades menos "estéticas", sean éstas la ira, la envidia, el miedo o la cobardía.

Sin embargo, de nada sirve el presunto refugio en las gratas compañías que nunca osarán decirme lo que no quiero oír; intentan no molestar con tan desagradables verdades.

Tampoco resultarán útiles las poses de búsqueda permanente de una verdad que resulta inútil buscar; porque no hay buscador fuera de la verdad; nunca existió nada fuera de la verdad.

Más me vale mirar; ahora, que aun tengo ojos.

¡Qué fácilmente esquivo la vivencia cruda del momento que vivo en realidad!
¡Qué hipócritamente me excuso sigilosamente entre las catacumbas malolientes de mis ardides, para tejer esta telaraña de humo, que sigue hilándose en la siniestra rueca del tiempo!

¿Para qué? Ciertamente es de humo.
¿Qué quedará de mis pensamientos, reflexiones, costumbres y demás vanidades por los que creo que soy alguien? Si todo el sustento real que sostiene este proceso se derrumba.¿Qué puede quedar de todo ello?

Verdaderamente nada...



Original de Fcº Hidalgo, publicado en Axis

2 comentarios:

  1. Que ciertas estas palabras. Que cierto, que aún estando solo, muy solo, es difícil reconocer nuestras "individualidades" llamadas así para que no escuezan mucho, como bien comentas.

    PACO todo un placer leer tu blog y además con el fondo musical elegido (un 10).

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  2. Me alegra verte por aquí Javi... :)

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